Isabel Añino Granados se autodefine como "promotora y utópica practicante". Licenciada en Derecho por la Universidad de Granada y en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid, en el terreno artístico ha trabajado con diversos colectivos artísticos en proyectos de arte público, así como en el desarrollo de acciones en colaboración con entidades sociales como Cáritas o Intercambio, Ayuda y Desarrollo (AIDA). A su vez, ha organizado y participado en numerosos proyectos expositivos en espacios públicos o privados como Espacio Trapézio, Centro Cultural Galileo o el CES Felipe II de Aranjuez (Madrid).
También es la fundadora de Artecercacercarte, un proyecto de escultura social que trabaja para incorporar el arte a la sociedad como herramienta de modelado social. El proyecto pretende, según Añino, “rehabilitar el órgano creativo que todo humano posee, de manera que se maximicen las capacidades humanas en beneficio de todos”. El proyecto pretende potenciar la creatividad, la facultad de aprendizaje permanente y el trabajo colaborativo a través de diferentes propuestas artísticas que desarrolla con las personas y las organizaciones.
Imagen cortesía de Isabel Añiño
Lo primero que sorprende de tu trayectoria personal y profesional es tu doble perfil de artista y abogada. ¿Cómo compaginas estas dos actividades tan diferentes y a menudo contrapuestas?
Bueno, eso es lo que yo pensaba cuando tomé la decisión de estudiar Bellas Artes. Pensé que eran dos mundos distintos. A lo largo de la carrera fui descubriendo que no, que ambas actividades están muy relacionadas. Precisamente esto fue lo que me llevó a crear el proyecto Artecercacercarte.
¿Puedes contarnos cómo nace este proyecto?
Todo empezó en el momento en que visualicé una sociedad construida a través del trabajo colaborativo de personas provenientes de diferentes sectores. En mi opinión la sociedad debería estar construida a partir de esta transversalidad, es decir, no desde un punto de vista meramente económico y científico, como actualmente es el caso. Bajo mi punto de vista estos criterios, utilizados de forma exclusiva y excluyente, desaprovechan la riqueza del capital humano que formamos todos y construyen una sociedad mecánica, antihumana.
¿Cómo está siendo la acogida de Artecercacercarte? ¿A qué dificultades te enfrentas?
El proyecto está siendo bien acogido sobre todo en el extranjero, donde estos temas ya se están realizando. Estoy en comunicación con varias personas y empresas de Suecia, Inglaterra y Alemania para desarrollarlo en diversos sentidos. Aún no puedo decir nada concreto porque está muy reciente y preferiría dar la información cuando haya más camino recorrido.
En cuanto a España, lo que necesito es contactar con empresas que estén interesadas en este tipo de intervenciones. He preparado un dossier de diez posibles intervenciones y también se puede preparar un proyecto específico para las empresas que puedan estar interesadas. La idea es fomentar las capacidades del equipo humano a través de procesos de trabajo que estén incorporados en el modo de trabajar de un artista. A su vez, en Artecercacercarte Educación, lo que necesito es contactar con universidades y centros educativos que estén interesados en incorporar un módulo de este tipo. La idea es que los educandos reciban la cultura social y el fomento de estas capacidades ya en su fase de formación. En el extranjero esto ya se está llevando a cabo en facultades de Ingeniería, Derecho, Empresariales y Ciencias con mucho éxito, y existen empresas que lo financian, porque valoran este tipo de formación a la hora de la selección de su personal. En España aún no estamos en ese punto, pero ese es el reto de este proyecto. En el CES Felipe II, centro adscrito a la UCM, ya lo han probado, como podéis ver en nuestra web, con resultados muy satisfactorios tanto para profesores como para alumnos.
También estás trabajando con la Picuet Gallery. ¿Cómo nació esta colaboración?
Nos conocimos en la Facultad de Bellas Artes, y después de un proyecto en el que trabajamos juntos y que nos puso a prueba en muchos sentidos, comenzamos a conectar. Luego yo desarrollé mi proyecto y necesitaba un espacio. Se lo propuse a Picuet y aceptaron. Además, ha funcionado tan bien que ahora lo hacemos de forma periódica, los primeros sábados de cada mes a las 17:30 horas de la tarde. Además, Picuet me cede el espacio para hacer talleres y acciones de escultura y plástica social, para los que estamos tratando de encontrar interesados en participar y así formar grupos y establecer horarios.
Conversaciones en círculo, en el Centro Cultural Galileo de Madrid. Imagen cortesía de Isabel Añino
¿Nos puedes explicar un poco más en qué consisten los eventos que organizas, los denominados Artecercacercarte Personas?
Los eventos de Artecercacercarte Personas se dividen en tres grupos: en primer lugar, los que hago en espacios como Trapézio o el Centro Cultural Galileo, donde presento el proyecto y el portfolio de acciones y sus responsables, en función de las características de sus salas o de la exposición, eligen la dinámica que les parece más conveniente.
En segundo lugar, los que hago en Picuet de forma periódica el primer sábado de cada mes. Estas acciones se denominan Conversaciones en círculo, y son una revisión de las Ringgespräche de Joseph Beuys y de los Círculos de Cultura de Paulo Freire. Los participantes son invitados a proponer unos temas o conceptos acerca de los cuales les gustaría dialogar en grupo, y que son temas del día a día de cada uno. El diálogo se establece según unas pautas y utilizando unas herramientas inherentes a todos y cada uno de nosotros, que explico en el momento. A través de este diálogo plástico con un grupo en relación de horizontalidad (el que habla es el maestro y el que escucha es el alumno y al revés, como decía Joseph Beuys) se van modelando esos conceptos propuestos gracias a la interacción del grupo. De esta forma, aprendemos a relacionarnos con estos temas y conceptos no de una forma abstracta recibida a través de la educación, de las costumbres sociales o de los medios de comunicación, sino de una forma personal. Se dislocan códigos y se eliminan anclajes, para encontrar la relación real y personal de los temas propuestos. Además, estas acciones son gratuitas.
En tercer lugar, talleres de escultura y plástica social para aquellas personas que quieran ahondar en esta forma de entender el arte. Se trata de una aplicación práctica a través del portfolio de dinámicas que he preparado del concepto de “arte ampliado” de Joseph Beuys y de la idea del “espectador participante” de Brecht. Está abierto a cualquier persona, da igual la formación, edad, procedencia, relación o no anterior con el arte, etc... Aquí sí necesito saber cuánta gente podría estar interesada para formar grupos y establecer horarios y precios.
¿En qué nosotros o nuestros lectores podríamos ayudarte?
Necesito ayuda a la hora de dar a conocer el proyecto, para que se apunte más gente a las dinámicas de Picue Gallery. Pero también necesito empresas, universidades y centros de estudios que quieran incorporar estas dinámicas en sus procesos de trabajo o planes de estudio. Por lo tanto, cuanta más gente se entere, mejor. Y si conocéis alguna empresa o centro de estudios que pudiera estar interesado, agradecería la información, ideas, propuestas... Todos aquellos que quieran vivir una experiencia en escultura y plástica social están invitados a participar. Os doy a continuación una definición propia sobre estos dos términos, para que todos puedan hacerse una idea más concreta acerca de este proyecto:
“La plástica social es la idea de llegar, a través del trabajo colaborativo en el diálogo con las demás personas, a ser capaces de visualizar nuestros pensamientos para poder observarlos tal y como un artista observa su obra. Es decir, que seamos capaces de pararnos y prestar tanta atención a nuestros pensamientos como para observarlos desde un punto formal y compositivo, observar si son armónicos para nosotros y la atmósfera que estos crean. De esta forma, nuestros pensamientos habrán surgido de nosotros y no los confundiremos con slogans, prejuicios o demagogias varias provenientes del exterior que se adhieren a nuestra personalidad y se instalan como propios sin que provengan en ningún momento de nuestro interior ni hayan sido propuestos por nosotros. A través del diálogo conjunto iremos descubriendo hasta qué punto nos son ajenos. Alcanzado este punto, estaremos preparados para realizar propuestas propias acerca de los conceptos que estemos analizando.
La escultura social es un resultado de la plástica social, puesto que a través de la plástica social, como hemos visto, seremos capaces de intervenir en el diseño de nuestros pensamientos de manera que ya no absorberemos la información o desinformación exterior sin analizarla para nosotros, a partir de ahí, como también hemos visto, seremos capaces de proponer alternativas para todos aquellos conceptos que hemos asumido de manera acrítica desde el exterior, modelando poco a poco la estructura social al igual que hemos sido capaces de hacer con nuestros propios pensamientos.
Ambos autores, Beuys y Freire, defienden la tesis de que esto se consigue a través del diálogo entre los seres humanos y no de una manera individual, ni tratando de imponer conceptos e ideas los unos a los otros, sino efectuando un análisis conjuntamente, acerca de aquellas materias que al grupo participante le interesen en cada momento”.